La intranquilidad de la paz

martes, 21 de diciembre de 2021


El otro día pensaba que quizás, en el caótica vorágine de la actividad del año, uno idealiza las vacaciones. Casi que no recuerda lo que no quiere recordar.

Olvida que los pensamientos vuelan demasiado alto cuando no se los vigila y los estampidos contra el piso son cada vez más fuertes.

El ruido seco, aunque no inesperado, me despierta por las noches.

Me abrazo a la almohada para seguir durmiendo.

Afuera, los pajaritos madrugadores me recuerdan a las pequeñas cosas y a la importancia de prestar atención.

Le busco a descansar mi propio significado.

En esa búsqueda descubro la intranquilidad de la paz, que me hace librar luchas diarias que a veces pierdo.

Descubro que las tardes de verano pueden ser eternas y desesperantes, porque el sol abrasa quemando los signos vitales de la actividad y el tiempo corre más lento aunque el reloj sea imperturbable.

Descubro que las tardes de verano también pueden sonar a gotitas a agua, a guitarreadas y a risas que siempre afinan.

Descubro que repetir escenas pasadas, futuras o imaginarias no es pensar, sino engañarme a mi misma, y que esos engaños hacen que ver sea cada vez más difícil.

Descubro que quiero ayudar a que la carga sea más liviana y no sé como decirlo, descubro que a veces me siento tan chiquita que siento que entro varias veces en mi cuerpo.

Descubro que escribir así es como sacar fotografías por escrito, y me encanta. Las yemas de mis dedos esperan, ansiosas, por la próxima captura.

Y esas letras conforman una nueva colección de recuerdos que ya no podré olvidar.




8 comentarios:

  1. Qué desafío cuando lo urgente no distrae y toca enfrentar la calma (y se supone disfrutarla) sin que lo inexorable abrume.
    A respirar y fluir...
    Buena semana!

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  2. Hola Lara!

    Siempre es un placer leer tus textos:)
    La verdad es que yo la calma la disfruto, pero en su justa medida. Si tengo DEMASIADO tiempo libre puede llegar a ser una auténtica tortura, necesito ponerme ciertas "obligaciones" para ser un poco productiva y no caer en esa espiral de aburrimiento de la que ya ni sabes ni quieres salir, aunque esas obligaciones sean cosas de ocio.

    Y uff, que identificada me siento con lo de escribir... si es que al final es como un bálsamo, dejar salir todas esas emociones, esos pensamientos que nos atormenta a través de los dedos es como una terapia, a mi tambien me ayuda muchísimo.

    En fin, como siempre una entrada genial :)
    Muchos besos guapísima y nos estamos leyendo!
    Ah, y feliz año y todas esas cositas que se dicen ahora jajaja

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    1. Totalmenteeeee. La clave está en encontrar que cosas disfrutamos y evitan que caigamos en ese espiral. ¿no?
      Jajaja, feliz año para vos también<3<3<3

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  3. Buena reflexion . Uno debe ser feliz con esos pequeños placeres que da la vida. Te mando un abrazo y te deseo un feliz año a ti y a tu familia.
    Enamorada de las letras

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