Reseña: Persuasión- Jane Austen

viernes, 15 de octubre de 2021

Título: Persuasión.
Título original: Persuasion.
Autora: Jane Austen.
Libro autoconclusivo.
Año de publicación: 1817
Páginas: 296, edición Penguin Clásicos en español.
Sinopsis: Persuasión narra la historia de una mujer madura, sensible y menospreciada, que años después de haber rechazado al hombre que amaba, persuadida por un mal consejo, ve cómo este reaparece en su vida, rico y honorable pero aún despechado. Una mujer que quizá por primera vez en la historia de la novela debe luchar para que el amor le conceda una segunda oportunidad. Esta obra se considera una de las novelas más oscuras de Jane Austen, sin duda la más crítica con la sociedad de la época.

Cada vez que leo a Jane Austen me sorprendo. Más allá del clásico 'Orgullo y prejuicio' que leí allá por el lejano 2015 con demasiadas expectativas y no me gustó pero que ahora me encanta, me encontré con la anti-heroína Catherine Morland en 'La abadía de Northanger' , la imperfecta y carismática Emma Woodhouse y la cínica y manipuladora Lady Susan. Supongo que a estas alturas no debería haberme sorprendido lo que encontré leyendo 'Persuasión', pero sucedió y yo terminé encantada una vez más.
¿Qué fue lo que sentí distinto a las demás obras de la autora? Primero que nada, el desarrollo de la historia. Como dice la sinopsis (muy mala, en mi opinión) la protagonista es Anne Elliott, una joven de ventilargos que ya "pasó" la edad de casarse, siguiendo los términos de la época. Lo interesante es que en esta novela, al revés que en la mayoría de las otras, los personajes potencialmente candidatos al love interest ya se conocían previamente y de hecho ya habían tenido una relación. por ende, es una historia de madurez, de reencuentros y de, valga la repetición, persuasión.
Sí, se nota como en el desarrollo de la novela Austen le da especial hincapié a la influencia que ejercen unos personajes en otros a la hora de tomar decisiones, de pensar una cosa o la otra. Sin hacer mucho esfuerzo podemos ver la cadena de pensamientos siendo contagiados cual peste. ¡Y es súper interesante! Principalmente lo es porque, como es característico ya de las obras de Austen, esconde una crítica a las ridículas costumbres de la época, producto de un muy buen sentido de la observación. ¿Qué mejor manera que deslizarlo en unos personajes que parecen sencillos e inocentes? 
"No había habido dos corazones tan abiertos, dos gustos tan similares, más comunidad de sentimientos, ni figuras más recíprocamente amadas. Ahora eran dos extraños. No; peor que extraños, porque jamás podrían llegar a conocerse. Era un exilio perpetuo".
En resumen, hay mucho menos romanticismo, pero mucho desarrollo previo de los personajes. De hecho Anne, a pesar de ser protagonista, tampoco es una que acapare la atención de la narración ni del lector. Como leí por ahí, es una de las heroínas más "calladas" de Austen, pero también una de las más fuertes, observadoras y abiertas al cambio. Jane Austen misma la describió como "almost too good for me". Anne es un personaje que hasta diría que me dio un poquito de lástima: no sólo Austen describe como es la hermana dejada de lado, a quien nunca le consultan su opinión y ha tomado varias decisiones de su vida por "consejos" de otros (y ahí aparece el concepto de persuasión una vez más, se asoma y se esconde durante toda la novela) sino también que el lector siente esa sensación de que es casi invisible, de casi no es la protagonista. Me pareció muy interesante ese detalle, pero si Jane considera que eso es ser "too good", pues tengo que estar en desacuerdo. Pero sí, entiendo el contexto. Y Anne, después de todo, me cayó muy bien. 
"Mary había adquirido cierta importancia artificial al convertirse en Mrs. Charles Musgrove mientras que Anne, a pesar de su elegancia de espíritu y dulzura de carácter, méritos que la habían colocado muy alto si hubiera estado rodeada de personas realmente inteligentes, no era nadie para su padre o su hermana: su parecer no contaba, su mejor estrategia era siempre ceder. No era más que Anne".
Todo el funcionamiento social de la época (alrededor de las Guerras Napoleónicas a comienzos del siglo XIX) está, desde mi perspectiva, muy bien descripto, y es interesante ver ese choque de tiempos que percibimos nosotros como lectores del siglo XXI. Todo lo referido a las costumbres, las visitas, la exposición ante otros, la importancia de lo que uno parece o aparenta etc. me parece shockeante e interesante en partes iguales y es una de las razones por las que disfruto mucho leer estas novelas, además de que están excelentísimamente escritas.
Referido a eso, es la primera vez que leo a esta escritora en inglés y admito que sumó muchísimo a la experiencia de lectura. Implica su esfuerzo porque, después de todo, es inglés de hace dos siglos y el vocabulario cambia, pero lo pude leer sin grandes inconvenientes y me hizo muy feliz. Admiro muchísimo el trabajo de los traductores (cuando está bien hecho) pero leer escritos en su idioma original tiene un sabor distinto, el sabor de que estás leyendo exactamente lo que el autor quiso decir.
Además de todo lo anterior, 'Persuasión' es una novela muy entretenida. No es muy larga, y a pesar de que tiene un desarrollo particular y vamos conociendo a todos los personajes secundarios, me enganchó un montón. Claro que el factor de conocer el pasado de los personajes pesa mucho, porque uno quiere entonces descubrir qué de nuevo va a pasar entre ellos y le da el empuje para querer seguir leyendo.
Así que, en resumen, leer 'Persuasión' fue una linda experiencia y una buena combinación de elementos que me gustan: novelas de época, clásicos, personajes variados e interesantes. Además es una novela cortita, así que si estaban queriendo leer algo de Austen, ya no tienen excusa.


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Sobre "¿Qué estás leyendo? ¿Me recomendás un libro?" y otras preguntas que odiamos como lectores

viernes, 8 de octubre de 2021

 ¿A quién no lo vieron leer y le preguntaron qué leía? ¿Si era un buen libro? ¿Si se lo recomendaba? Si alguno de ustedes respondió que no, los envidio. O en realidad, mi yo del pasado los envidia.

Después de todo, es inevitable, si ves a alguien conocido leyendo entiendo perfectamente el natural interés de saber atrás de qué libro está ocultando sus narices. Yo también lo haría, con el interés de otra lectora que quiere saber si, quizás, comparten gustos literarios. O si son opuestos. 

El otro día estaba pensando sobre esas típicas preguntas que a uno le hacen en cierta etapa de la vida y que no quiere contestar ni dar explicaciones: "¿Qué querés ser cuando seas grande? ¿Tenés novio que se pueda conocer?" y un largo etcétera. Eso me llevó a su equivalente literario, y a recordar que odiaba que me las hicieran. La palabra "odiar" quizás es demasiado fuerte, pero definitivamente no me gustaba. ¿Por qué sería? Vamos a analizarlo:

¿Qué estás leyendo? Siempre me pasaba que con decir el título no alcanzaba, no era un libro conocido. Entonces en la respuesta estaba implícita la explicación (breve) de más o menos de qué se trataba. Género, autor, tema. Pum. Cinco minutos. Y con el peligro de que la otra persona que lleve una imagen equivocaba por haberme explicado mal.

¿Me recomendás un libro? Ah, esta es la más difícil, siempre. ¡Para recomendar necesitamos conocer a la otra persona! No te puedo recomendar un libro en cinco minutos, si no sé qué te gusta. Ni en diez, ni en treinta. Es mucha responsabilidad y puedo terminar diciendo cualquier cosa.

Ahora retomemos la pregunta: ¿por qué sería? Impaciencia, seguro. No tenía ganas de tener que explicar todo. También temor a que juzguen o entiendan cualquier cosa (¡cómo es que Lara va a leer novelas románticas!). O simplemente una natural (y en camino de ser desarraigada) tendencia a cerrarme y no querer compartir y ya está. No preguntes. Mala onda se queda corto.

¿A qué quiero llegar con todo esto? 

A que me di cuenta de que me molestan un montón de cosas innecesarias. Y me pregunto justamente cuál es la necesidad. Absolutamente ninguna, claro. Si yo quiero vivir en un mundo más tolerante y comprensivo, tengo que empezar poniéndolo en práctica yo misma. Así que, la próxima vez que me veas leyendo y me preguntes de qué libro se trata, no te lo voy a tirar por la cabeza ni dirigirte una mirada asesina. O quizás sí, pero enseguida voy a sonreír y recordar que así no quiero ser.

Nunca se sabe, después de todo es una oportunidad para dar a conocer más libros geniales, de los tantos que hay por ahí para descubrir. Pienso en los varios que he descubierto gracias a recomendaciones fugaces, charlas de cinco minutos, espionajes a lectores desconocidos en el subte, etcétera. ¡Son muchos como para desperdiciar la oportunidad!

Así que así gano de varias formas: me ahorro malasangre, pongo en práctica virtudes que quiero tener y hasta me gano amistades.

Eso sí que es un estímulo para ser más simpática, ¿eh?


Y a ustedes, ¿qué preguntas les solían molestar? ¿Cuáles ya no? ¿Qué progresos hicieron?