Cuando "casa" también es la escuela, el trabajo, el club y el gimnasio.
Todo en uno, ahora. Ese espacio de pocos metros cuadrados que antes era sólamente nuestro refugio, ahora tenemos que hacer malabares para convertirlo en multifunción. SUM. Salón de usos múltiples.
El balcón, ese espacio donde antes colgábamos la ropa, regábamos las plantas y ocasionalmente tomábamos mate algunas tardes en las que estábamos en casa. Si estábamos.
Ahora esos dos por cinco metros de balcón, con solcito a la tarde porque da al oeste, cobraron una extravangente pero justificable importancia.
Los horarios, ¡oh, los horarios! El reloj se me pasa volando y requiero un poco de autodisciplina para cambiar de actividad: a las seis dejo este trabajo práctico y me conecto al Zoom de x, a las siete y media elongo un poco estos pobres musculitos y a las ocho me baño. Hoy me voy a dormir más temprano, sino mañana a las siete me enojo con esa yo del pasado que se entretuvo con videos de Youtube (que encima probablmente valen la pena).
Quiero hacer muchas cosas y tengo que hacer muchas cosas. Nunca se cumplen todas a la vez, es como esa regla de que si querés estudiar y trabajar no podés tener vida social, si querés vida social y trabajar no podés estudiar y si querés estudiar y tener vida social no podés trabajar. Más o menos.
Los horarios dan estructura, ¿no? Tenemos más tiempo, ese que perdemos viajando en el subte o corriedo el colectivo dos cuadras porque el chofer decidió no parar justo en tu parada.
Pero a la vez, trabajar en casa no tiene límites. ¿Cuándo cortar? Podría hacer un poquito más, ¿no? Y de repente son las nueve, rayos, ya no puedo hacer lo que quería.
El estrés de las fechas de entrega, los Meets y Zooms acá y allá se mezcla en ese espacio que antes sólo asociaba con dormir y relajarme.
La bronca porque Internet no funciona bien y todos se ríen de tu cara congelada con una mueca graciosa en la pantalla. ¿Y qué puedo hacer al respecto? Obvio, nada, no es algo que yo pueda controlar.
Estamos hartos de ver las palabras "pandemia" y "cuarentena" en todas las páginas que leemos, videos que vemos, noticias que escuchamos.
Es como si hubiesen puesto la vida en pausa. En el mejor de los casos, si es que no se trata de un definitivo stop.
Queremos matenernos positivos, después de todo podemos quedarnos en casa, tenemos salud, la familia está bien. Medio podrida, pero bien, nos reímos en las cenas e intentamos predisponernos un poco mejor para hacer esto más llevadero.
La autoexigencia y la cuarentena no se llevan bien, señores.
"Overthinking" es probablemente el mejor término que tiene el idioma inglés, y no tiene traducción exacta.
Requiere de firmeza poder organizarse, no poder la cordura en el camino (¿queda algo?)
Y sin embargo,
estamos bien.
Me como un alfajor, abrazo a mi gato, miro el atardecer, me rió con un audio de algún amigo, y pienso
"Hoy fue un buen día" (después de todo)
ó
"Otro día superado"
Ambas son válidas, y significan tanto.
Pd: No se muy bien que es esta entrada, disculpas. Salió así :)
¡Hola Arwen!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada/reflexión, creo que has reflejado bastante bien las contradicciones y las complicaciones que vienen con la cuarentena.
Menos mal que parece que esto ya va cada vez mejor, y que queda poco. Desde luego, aprender a gestionarse y hacerlo todo desde casa no es nada fácil, y después de casi dos meses... pues si, se hace duro. Pero bueno, hay que aguantar, espero que a pesar de todo esos pequeños detalles te hagan pensar que al final no ha sido un mal día ;D
¡muchos besos!
Gracias por tu comentario<3 Sí, ya queda poco pero a la vez es mucho. Dos meses... no lo puedo creer jejej
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarYo hasta ahora lo llevaba bien, pero se me hace eterno pensar en que no volveré a Madrid hasta septiembre, que es cuando empiezo la universidad de nuevo. Echo de menos a mis amigas de ahí, a mi novio... es complicado todo esto, ya se me hace cuesta arriba después de dos meses, aunque hasta ahora me lo haya tomado bastante bien. Tengo mis rachas de ser positiva y otras negativa, pero bueno, un día menos^^
¡Nos leemos!
Lua
Creo que a todos nos pasó un poco lo mismo. A mí, al menos. Hay días y días pero bueno, ya pasará.
EliminarAbrazote grande<3
¡Hola!
ResponderEliminarCreo que si pudiéramos mantener la concentración, el día nos rendiría más.
Re Overthinking... Todos esos pensamientos extras los que nos quitan tiempo y espacio. Y el sueño, también el sueño.
Te dejo una de mis frases favoritas.
"esto también pasará".
Gracias! <3
EliminarHola! Uff me he sentido super identificada con todo lo que dices. Yo ya voy para dos meses en confinamiento o aislamiento como aquí le llamamos. Me ha hecho mucha falta tener una silla ergonomica para trabajar en casa. He tenido que cancelar muchos proyectos que tenia para este año, ya todo tocó dejarlo en "pausa". Trato de llevar un día a la vez. Hay dias buenos y otros dias malos, lo único es tener muchisima paciencia, y esperar que todo mejore pronto.
ResponderEliminarBesos y animos! ♥
Exacto. Es triste pensar en las oportunidades que se perdieron, ¿no? pero también otras vendrán. La adaptación es clave en estos momentos.
EliminarEspero que andes bien♥♥♥
¡Hola Arwen!
ResponderEliminarSinceramente, me sentí muy identificada con esta reflexión que has compartido. Hasta ahora llevo este confinamiento bastante bien, hay días mejores que otros claro, pero dentro de todo estoy bien.
Gracias por compartirlo. Espero que vos y tu gatito estén bien.
Besos :)
Graciass!!♥♥
EliminarMis gatitos están mejor que todos nosotros juntos jajaja. Te mandan un ronroneo (?
Hoolaa, creo que esta entrada es un desahogo muy necesario para tu alma, realmente me apena mucho la gente que esté en clases durante la cuarentena porque ha sido un quebradero de cabeza, me imagino que las personas que no están acostumbradas a las nuevas tecnologías también la están pasando mal, uf, muchos ánimos.
ResponderEliminar¡Besos! :3
Exacto, ta difícil organizarse pero es lindo también ver como todos intentan dar lo mejor.
EliminarGracias por pasarte♥
Entendí todo lo que escribiste perfectamente y eso que yo no trabajo, solo clases y trabajos de clase. La autodisciplina es lo peor, no estoy acostumbrada a tomar las riendas de mis obligaciones en el mismo espacio donde me alejaba de ellas. Así que esa en mi peor falla, por así decirlo, adaptándome al sistema virtual. Me gustaría tener un gato para hacernos compañía también u.u ♥ Espero que estés teniendo días mejores♥ Y bueno, no hay mucho que podamos hacer en esta situación más que acostumbrarse y seguir adelante, ¡te mando muchos ánimos!
ResponderEliminarYo tampoco trabajo y estoy sumida en los trabajos de clase :(( pero ahí andamos
EliminarGracias por darte una vueltaa♥♥
Me ha gustado la reflexión porque muchas veces me he sentido así con esta situación :S
ResponderEliminarUn beso
:) <3
EliminarSi estuviera en la secundaria todavía (gracias a Grimm no) estaría toda estresada también con la escuela en casa, Zooms, y que sé yo qué más. No sabés qué fue esta entrada, pero de seguro te sirvió para descargarte un poco 😊
ResponderEliminarTAN REAL. Señores, no se acaba más. Suertuda.
EliminarMe siento súper identificada. Organizarse, ponerse horarios, tener una checklist, qué difícil. ¿Cómo no perder la calma? Si miramos videos de YouTube nos sentimos culpables, y si no terminamos lo que queríamos en el tiempo que nos habíamos propuesto nos sentimos mal también. El otro día un amigo que es muy relajado con los exámenes me dijo: “siempre hay chances para aprobar. Yo estoy tranquilo porque si me desespero me vuelvo loco”. Amo tanto esa mentalidad.
ResponderEliminarY qué tragedia lo de la cara congelada, qué malhumor. Qué dificil también dejar de pensar cuando no hay mucho para hacer.
En fin, muy lindo texto. Me gusta mucho el final, sí, esos pequeños detalles hacen que el día sea pasable, y en el mejor de los casos, un buen día. Gracias por compartir <3
Los pequeños detalles lo son todo
EliminarEste comentario es para chequear a ver si se mandó el comentario anterior. Espero que si.
ResponderEliminarSíii!
Eliminar